Reseña de Hotel | The Plaza Hotel

The Plaza Hotel es un clásico. Los que nacimos en los noventa, la recordaremos por la segunda parte de Mi Pobre Angelito, película en la que Kevin McAllister (interpretado por Macaulay Culkin) es olvidado una vez más por su familia pero, esta vez, en Nueva York. ¡Suertudo! Este hermoso edificio se construyó en dos años, abrió sus puertas por primera vez el 1 de octubre de 1907 y está situado junto al Central Park y 5th Ave, a poca distancia de tiendas famosas como Bergford Goodman, Louis Vuitton, Chanel y más. 



Yo ya me había olvidado que aparecía el mismísimo actual Presidente de Estados Unidos, Donald John Trump, en el hall central del hotel. Allí el niño le pregunta en dónde está el lobby. Por ese entonces, el empresario era dueño de The Plaza Hotel.


El check in en este hotel es a las 15hs pero llegué poco antes de las 12 y pudieron darme la habitación sin problemas. Ni la pedí, de hecho. Todo fue súper rápido y solo me pidieron una tarjeta de crédito en donde automáticamente cargaron 200USD de depósito (lo sé porque tengo habilitado el servicio en VISA para que, apenas se hace un pago, me avisen por e-mail). Me dieron dos tarjetas electrónicas y me dirigí directamente al piso 11, sin ayuda de nadie porque tenía dos valijas muy livianas.

Me hospedé en una habitación Deluxe King durante dos noches. 


La experiencia es, sin duda, única. Y ahora les voy a compartir los puntos más importantes para mí.
  • La habitación cuenta con dos silloncitos individuales, una cómoda, un escritorio con lámpara y una cama King size con dos veladores más grandes que la lámpara que les conté antes. Además, tiene un LCD, una araña principal, un iPad desde donde controlar las luces de la habitación y una mini cocina con bacha, microondas y un frigobar que tiene más de diez botellitas de alcohol, además de gaseosas.


  • Hay tres armarios: uno para colgar abrigos y acomodar las valijas; los otros dos son para la ropa (y uno de estos tiene cajones, estantes y la caja fuerte).
  • El baño de la habitación es impresionante. Son dos puertas hermosas que se abren para adentro y te invitan al antebaño, en donde están la bacha y dos puertas más: una va a la ducha y otra al inodoro. ¡Las paredes! ¡Y la grifería! Amor.
  • Destaco la comodidad de la cama y la potencia/temperatura de la ducha. Además, los productos son muy buenos y tienen un aroma riquísimo: shampoo, acondicionador, gel de ducha, loción para el cuerpo y jabón. Y te acercan dos aguas chiquitas a la tarde: hermoso detalle.


  • La tarifa no contempla desayuno ni tampoco wifi. Un poco decepcionante teniendo en cuenta el valor de la habitación. Además, consulté respecto a la recepción de compras y me dijeron que tan solo guardan los paquetes por un día. No sé qué harán después con ellos. Eso sí: no cobran ese servicio.
  • El hotel cuenta con un Food Hall en el subsuelo, al que puede ingresar cualquier persona, no solo los huéspedes del hotel. Tiene muchos locales en donde se puede comprar para llevar y también comer ahí: pescados, pastas, pizzas, pastelería, ensaladas y más. En una próxima nota les cuento mi experiencia en dos lugares de allí. 
La experiencia fue hermosa. ¡Súper recomendable!

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